“¿Dónde está aquel ser que un día se dijo que quería rezar? ¿Dónde está aquel ser que un día se dijo que quería vivir? ¿Dónde está aquella mente que un día pensó que podía creer en lo qué es la vida?
Yo soy
un Maestro que hoy quiero presentarme ante ustedes, porque he visitado esta
tierra para dar, para enseñar, para tratar de transmitir algo. He estado con
filósofos, he estado muchas veces en la mente del hombre, pero me han
considerado el arcángel que puede ayudarles en todos sus conflictos que tienen
en la forma de vida que llevan que es la parte económica.
Para
mí, es muy fácil ayudar a un ser humano, pero el ser humano no quiere ser
ayudado. El hombre no escucha, porque no quiere escuchar; el hombre no ama,
porque no quiere amar; el hombre no creé, porque no quiere creer; y el hombre
que se dice que es un ser que piensa y que razona, todo lo que ve lo destruye.
Vamos a
ayudarles a hacer un cambio en esta tierra, vamos a ayudarles a tener un equilibrio
en todo lo que pueden tener como parte de su forma de vivir. Sabemos que necesitan ese oro que in-ventó el
hombre para poder vivir, sabemos que necesitan de la moneda para poder adquirir
lo que necesitan, sabemos que necesitan ese oro para comer. Pero, ¿qué es lo
que realmente necesita el hombre para vivir, qué es lo que realmente necesita
el hombre para soñar, qué es lo que el hombre pide? todos los días piden que me
vaya bien.
El
Maestro ALIESTRO siempre está pendiente de todos los ruegos, de todos los
sueños, de todo lo que piden, de todo lo que anhelan, de todo lo que son. Pero qué triste es ver que me bloquean los caminos,
que mis hermanos no pueden ayudar a tantos seres que piden vida, porque están
sumidos en todo lo que es la angustia y la desesperación, en la que tratan de
subsistir en un mundo convulsionado por la violencia. No voy a dar oro a quien lo utiliza para dar
muerte, a quien lo utiliza para envenenar, a quien lo utiliza para el poder, a
quien lo utiliza para decir soy superior.
Yo puedo
ayudar a que se equilibre todo lo que piden, pero tienen que enseñarse a creer
en sí mismos. Si el hombre por su libre albedrío quiere seguir siendo muerte,
nosotros tristemente tendremos que dejarlos irse hacia el lado de la muerte,
quiero que no olviden una frase que va a ser pronunciada: Aquel que consume muerte a su
vez se transforma en muerte, su mente se trastorna, su espíritu ya no tiene
Luz, su ser ya no puede ser lo que realmente quisiera ser. Hay quienes
dicen que son mejores si consumen el veneno del alcohol o consumen la terrible
práctica de alimentarse de cadáveres, y dicen que están bien.
Bueno,
si estuviera bien el mundo, estaría el hombre liberado de toda enfermedad,
liberado de todo odio, liberado de toda angustia, liberado de todo aquello que
lo puede destruir, y el hombre no sería el peor depredador de esta tierra. Y el
hombre no se lamentaría de que cada amanecer tiene miedo, y que en cada
anochecer trata de dormir con la incertidumbre de no saber si va a despertar
tranquilo o si va a poder tener salud; o si no se va a encontrar un enemigo que
le va a quitar lo que tiene, o si no se va a encontrar un asaltante que va a
tratar de quitarle lo que con tanto esfuerzo ganó, o si se va a encontrar un
ser que por envidia va a tratar de matarlo, o si se va a encontrar a un ser que
en un momento determinado dice que es su amigo y le traiciona, ya no tienen paz
en ningún lugar, ya no conocen qué es la vida, ya no entienden qué es el amor,
ya no pueden, no pueden decir que es la paz.
Porque
pregonan que trabajan para la paz mundial, ¿Cómo van a trabajar con la paz si
están matando? La paz la debe de llevar cada ser dentro de sí mismo, y debe
aceptarse como un ser que puede dejar de ser depredador de su propio mundo,
porque matan sin piedad. Ya eliminaron muchas especies en la tierra, si este
planeta quedara en manos del hombre se terminarían comiendo unos a otros. Si no les importa matarlos menos les va a importar no comérselos.
Esa es
la ley de la muerte con la que vive el hombre, del reto a su origen divino, del
olvido de lo que son como mente; y sobre todas las cosas, no pueden conocerse
si no pueden pensar, y no pueden pensar si todo lo que hacen es pensar con la
ambición de ser superior a otro ser humano.
Pero no
saben ni por qué quieren ser superior, por miedo a ser inferior, por miedo a
caer en la pobreza, por miedo a no tener como dicen un empleo seguro, por miedo
a no darle a sus hijos el sustento diario, o por miedo a no poder presumir con
todo lo que pueden adquirir con el oro, o por miedo simplemente. El hombre vive
con miedo, miedo a todo lo que le rodea.
La paz
no existe en ningún hogar, en ninguna mente, en ningún ser; porque hasta los
niños salen ya para agredir, atacan a sus compañeros de escuela porque en su
hogar le enseñan a destruir. Le enseñan que la vida no tiene sentido, que la
vida no tiene nada que hacer como vida en esta tierra, que la vida no se debe
respetar, o no les dicen: Si te pegan pégale más fuerte; por qué no le dicen:
Aprende a ser el mejor amigo, aprende a conocer a tus semejantes, aprende a
comprenderlos. Una vida, una sola vida vale por todo el oro del mundo, una, y
aquí en la tierra destruyen por millones…”
Extracto del mensaje del Maestro Aliestro, el Arcángel de la fuerza
Recibido por Sara A. Otero Platas G. a
través de Telepatía Extrasensorial.
Más información en la página oficial
Para solicitar el audio completo del
mensaje, es necesario adquirirlo en Tepoztlán Morelos, México. Teléfono:
(739) 395 19 08
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