En un día como éste, en el que por lo
menos en todo el planeta están recordando su nombre, Él quiere dar unas
palabras, porque Él quiere que el ser humano le vea siempre con la sencillez, con la que Él siempre está con
todos los seres que pueden escuchar un mensaje de esperanza.
“El amor es lo más grande, el amor es la vida, el amor es
la esperanza, el amor es la creación. Cuando se habla del amor del Padre, no se
entiende con profundidad lo que es realmente el amor del Padre.
Yo que lo veo, Yo que lo escucho, Yo que le prometí
trabajar intensamente para que todo ser que le escuchara pudiera ser parte de
Él, yo que sé muy bien lo que es su grandeza: Le pido que me vuelva a dar más
fuerza para poder ser recordado por un mensaje de esperanza que le di a la
humanidad, no porque en un día triste acepté el sacrificio,
Quiero que recuerden cada una de mis palabras, llevaba
amor, llevaba esperanza, llevaba luz, llevaba una verdad, una verdad que era
totalmente inconfundible. El Padre me dio todo para que Yo pudiera ser el
maestro, el maestro de sus hijos. Me pidió que vigilara perfectamente bien todo
aquello que Él había creado, que enseñara esa verdad, porque Él puso en Mí toda
la verdad que representa la vida.
Cuando Él me dijo: “ve a mis hijos”, Yo sentí un gran
honor al saber que Yo podía trabajar para Él, ya que me sentí lleno de fuerza
cuando vi que me había creado para ser un gran maestro. Cuando escuché su voz y
me pidió en todo momento, que por favor siempre llevara Yo la palabra de Él con
amor y sencillez.
Él jamás, jamás le pediría a uno de sus hijos que
destruyera una sola vida, que amara todo aquello que estaba a su alrededor, que
lo respetara, que aprendieran a cultivar las flores, que aprendieran a ser como
son las aves. Porque creó las aves para llenar el cielo de luz; pero para
mostrarle a sus hijos que podían volar, que podían volar, que podían llegar al
lugar donde desearan, cuando son siempre una sola forma de amor.
Creó las aves para que acompañaran al hombre, creó las aves
para adornar su creación; pero cuando Él me enseñó cómo se podía volar sin
necesidad de estar atado al suelo, fue cuando sentí que Yo tenía que mostrarle
a todo ser, que no se tiene que estar atado a un lugar en donde se tiene que
pensar que se existe.
El amor es lo más grande, amor, la unión del hombre y la
mujer, la unión entre el hombre y la mujer es maravillosa. Él creó la dualidad,
porque lo creó como lo más grande, tan igual uno del otro, a uno le dio la
fuerza física, a ella le dio un don maravilloso que es el de poder procrear,
convertirse en creación. Por ello es que Yo les puedo decir, que cuando hay una
unión llena de amor, siempre están sus bendiciones con cada pareja.
Y que piensen, que no deben de pensar que son diferentes,
que no deben nunca de ofenderse, que no deben nunca de decirse uno al otro que
el otro se equivocó, sino debe de hablarles con amor, se deben de decir lo que
sienten, lo que piensan y deben ser una sola unión de fuerza, para que los
hijos que surgen de esa pareja puedan ser seres perfectos, para que lleven
consigo esa luz maravillosa que El Padre les legó. Porque en el vientre de una
madre se forma una vida y esa vida tiene que ser para siempre, parte de la
evolución.
El Padre lo creó todo tan perfecto, que nosotros
solamente pensamos en el amor, en el amor maravilloso que Él ha creado.
Yo soy simplemente un maestro, jamás he dicho que se me
tiene que venerar, jamás he deseado ver a nadie arrodillado a mis pies. Siempre
escucho a quien me pide algo, porque Mi Padre me dio poder, me dio un poder de
mente más grande de lo que se imaginan. Yo puedo escuchar en todos los lugares
en donde se me necesite, puedo llegar a mis hijos, porque para Mí es como si fueran
mis hijos, porque El Padre me los confió. El Padre me confió a sus hijos y Yo
me siento como un padre también, porque deseo enseñar todo aquello que un día
traje a la Tierra.
Yo sé que recuerdan en alguna forma que hablé del amor,
yo sé que en una forma u otra quieren que Yo me presente ante la humanidad para
volver a venerarme. Yo no quiero veneraciones, yo quiero que simplemente se
diga: “El Maestro me enseñó a amar, el Maestro me enseñó a crear, el Maestro me
enseñó a ser parte de Mi Padre, el Maestro me enseñó a creer en mí y el Maestro
me enseñó a pedirle al Padre, que cada día le dé más fuerza a cada mente, para
que puedan ser cada día mejores. El Padre me pidió que cuidara de sus hijos.
Quiero que se den cuenta del enorme poder que tengo,
puedo llegar a cualquier lugar del universo donde se me necesite; puedo llegar
porque tengo el poder de la ubicuidad, a todos los lugares donde quieran
escuchar una palabra de esperanza, una palabra de amor; puedo llegar a todo los
puntos del universo.
Hoy estoy preocupado por un planeta, un solo planeta que
se ha convertido en un baño de sangre, de dolor y de incertidumbre; en un lugar
en el que existe el odio, existe la soberbia y existe la envidia y existe el
deseo de poder, poder, poder, porque se sienten asegurados cuando pueden
sentirse superiores a los demás
Por ello es que ahora, me estoy dedicando en forma muy
especial a este planeta. Desde hace 2,000 años (cuenta del ser humano) llegué
para decirle al hombre que existe un Padre, un solo Padre que con mucho amor
siempre está con sus hijos. Yo le pedí al hombre que pensara, Yo le pedí al
hombre que razonara. Yo le pedí al ser humano que conocía, que me siguiera con
mucha sencillez, nunca les faltó nada, siempre tuvieron todo lo que necesitaban
para poder caminar conmigo.
Yo tenía mi ejército, que no veían los hombres pero que
siempre cubría sus necesidades; Yo me siento orgulloso de mi ejército, porque
ese ejército ha cumplido con todo amor, ya que ama a todos los seres que
habitan en este mundo. Este ejército, a los que se llaman ángeles, están
dispuestos a todo por apoyarme en la salvación de esta humanidad, están
dispuestos a luchar contra el mal, se enfrentan a este ser de muerte para
poderlo enviar a sus dominios, porque naturalmente jamás pensarían en destruir.
Pero este ejército tiene poder, un poder inaudito que Mi
Padre les dio, un poder más allá de lo que podría imaginarse el ser humano que
podría existir. Ellos también escuchan a los seres humanos, pueden escuchar a
grandes distancias, pueden conocer los pensamientos de cada ser al que se
acercan, pueden ver profundamente lo que siente cualquier ser humano y ellos me
dicen todos los días, que nunca se habían sentido tan desolados al ver la
reacciones que tienen los seres humanos en esta Tierra.
Como muchos me dicen: “Alaban tu nombre Señor, pero no
hacen lo que Tú les pediste;
alaban tu nombre Señor, pero no se aman, no se aman a sí mismos; matan, matan
con una crueldad terrible a sus mismos hermanos; matan con una crueldad que
raya en lo desastroso a los animalitos, porque los ven como seres inferiores,
porque piensan que no tienen alma, porque vemos que es muy difícil enseñarles
algo que tu Maestro nos enseñaste: Amar y respetar la vida, amar y respetarse a
sí mismos, amar y respetar a todos sus semejantes”.
Mis hijos, porque así los llamo Yo, todos los días me
entregan cuentas de todo lo que están viviendo en la Tierra y se sienten muy
tristes, los veo agobiados porque ellos no pueden destruir, lo que El Padre
creó no se destruye. Pero ya les dijo El Padre <pongan orden, orden en este
lugar>, y que no quiere que este ser que se convirtió en muerte se lleve de
nuevo a sus hijos. ¿Por qué no lo destruye? Porque El Padre no destruye y no
deja de ser su hijo este ser, que le ha retado durante millones de años.
Lo triste es que esto ha sucedido en millones de años, no
ha querido recapacitar, no ha querido volver al Padre, no ha querido ser vida.
Millones de años en los que ha ganado a muchos seres que le han seguido, con
ellos se siente poderoso para retar a alguien tan grande que le dio la vida,
para retarlo y decirle que algún día puede ser más poderoso que Él.
Por ello Yo llegué a esta Tierra, para pedirle al hombre
que pensara, para pedirle al ser humano que derramara luz, no sangre; que
hablara de amor, no de dolor, no de odio, no de venganza. Porque Yo vi al ser
humano odiando, matando, despreciando a sus semejantes; vi al ser humano que no
sabía lo que era el amor.
Por ello, hoy que me están recordando y que sienten un
gran amor porque estoy presente ante la humanidad; por ello, Yo quiero que
piensen en Mí como El Amor, El Amor del Padre; quien trajo conocimiento y
sabiduría, quien trajo una verdad, quien trajo una luz para que este ser que se
convirtió en muerte, no pueda quedarse con mis hijos. Sí, porque al ser Yo
parte de Mi Padre, siento como si Yo fuera también un padre para toda esta
humanidad y no queremos, no queremos que se queden con el mal que se ha
adueñado de la mente de los seres humanos.
Pasan los tiempos, pasan los años, pasaron 2 siglos desde
el momento en el que Yo le dije al Padre: “Padre perdónalos, no saben lo que
hacen. Sí, no saben pensar, Padre se les olvidó amar, Padre se les olvidó
creer, Padre se les olvidó soñar, Padre están cometiendo todos los errores que
nunca debieron cometer; pero perdónalos, compréndelos, Yo voy a hacer lo
indecible para que Tú puedas recuperar a tus hijos”.
Hoy estamos en guerra, sí, en una guerra contra el ser
que quiere llevarse a los seres de esta Tierra. Hoy estamos en guerra, Yo estoy
al frente de este gran ejército que llegó a la Tierra, que vienen de muchos
otros mundos que también escuchan la palabra del amor, que vienen de muchos
lugares dispuestos a trabajar para que esta humanidad pueda volver a ser vida,
que vienen de todos los mundos de la galaxia pidiéndonos, pidiendo que se les
permita trabajar en esta Tierra tan llena de dolor, de enfermedad y de sangre.
¿Por qué, por qué hay tanto dolor; por qué el hombre cada
vez se enferma más, por qué se están creando epidemias terribles que están
destruyendo las esperanzas de los seres humanos; por qué?, por qué sucede lo
que ahora está sucediendo?. Porque un día al ser que habita en esta Tierra, se
le ocurrió escuchar la voz de quien le dice: “mata, destruye una vida,
aliméntate con sus cadáveres y serás poderoso”. Eso es lo más triste, que ahora dicen que
alimentándose con cadáveres pueden tener salud y vida, y no se dan cuenta que es
la forma en la que se desarrollan las peores enfermedades.
Después, este ser enseñó al hombre a fermentar el fruto
para poder adueñarse de sus mentes y no quieren escuchar, porque es el placer
de la vida destruir su mente, destruir su cerebro, destruir sus neuronas,
destruir su cuerpo, destruir su hígado, destruir sus riñones, destruirse
totalmente; pero dicen que están disfrutando del néctar que crearon para
reunirse, reír y estar alegres. Por ello, Yo mismo les dije un día que no
bebieran el veneno del alcohol.
Cuando yo transformé el agua en vino, no fue vino, fue un
jugo de uva tan exquisito, que no se dieron cuenta que no estaban bebiendo el
peligroso veneno del alcohol y los curé, en ese momento empezaron a dejar de
sentir los efectos del alcohol y empezaron a pensar un poco. Hoy Yo quisiera
que aprendieran a crear ese néctar puro que puede surgir de los frutos, porque
los frutos los creó mi Padre para que se alimentaran todos sus hijos.
Por ello yo tengo un ejército, este ejército aprendió a
amar, aprendió a creer, aprendió a crear y este ejercito dice, que hoy van a
triunfar.
Con mucho dolor vemos que sí se pierden muchas almas. Con
mucho dolor le digo a Mi Padre: “Padre, no pude cumplirte todo lo que te
ofrecí, sí, se sigue llevando a muchos seres, este ser de muerte que un día creyó
que él podría ser más poderoso que Tú; pero mi lucha no termina, mi ejército seguirá trabajando y solamente
queda muy corto tiempo para decirte, a cuántos de tus hijos pudimos rescatar.
Muy corto tiempo, porque ya se cumplió el tiempo, ya el
planeta tiene que pasar a otra dimensión; ya se cumplió lo que tiene que ser el
tiempo en el que debieron haber aprendido a ser tan sólo vida. Por ello Padre
te digo: “TE VOY A CUMPLIR”.
Voy a hacer ahora grandes manifestaciones de que estoy
aquí; pero no me van a seguir viendo crucificado, quiero que me vean con amor,
quiero que me vean con la luz en las manos, quiero que me vean con la luz en mi
en frente, quiero que sientan tu presencia, porque mi amor por esta humanidad
es muy grande, porque son tus hijos Padre y los veo como mis hijos
descarriados. Yo quiero devolvértelos y voy a hacer lo indecible para que se
pueda cumplir, para que se pueda cumplir
el sueño que Tú tienes, que es el de recuperar a esta humanidad que todavía no
sabe pensar.
Pero vamos a lograrlo, porque Yo
estoy comandando un gran ejército, un ejército del que vas a estar orgulloso
Padre Mío, muy orgulloso. Y vas a estar orgulloso de estos hijos tuyos, que sé
que los vamos a enseñar a pensar porque mis hijos, mis hijos, mi ejército, está
enseñando a pensar.
Para Mí, todos son como si Yo
también fuera un padre que los ha adoptado, porque siento un gran amor por
todos aquellos seres que con tanto amor me han escuchado y se han convertido en
verdaderos maestros, para que tu Padre Mío, puedas recuperar a estos hijos que
no quieres Tú perder.
Yo te ofrezco mi ser, Yo, que
vine a la Tierra para devolverte a tus hijos voy a cumplirte, porque ya se
cumplió el tiempo. Ya no quiero ver más dolor en esta Tierra, ya no quiero ver
tanta enfermedad, ya no quiero ver a los niños llorar desesperados por una
enfermedad terrible como es el cáncer, ya no quiero ver cómo se van destruyendo
unos a otros los seres que habitan esta Tierra.
Por qué se elevan muchos templos?,
diciendo que ahí es en el único lugar donde encontraran la salvación, cuando
Padre Mío, la salvación se la has ofrecido a todos los habitantes de esta
Tierra porque los amas, los amas tanto, porque piensas en ellos como tus hijos.
Yo los quiero ver también, como si fueran mis hijos que quiero darles todo mi
conocimiento y mi amor.
Estoy aquí, para mostrarme
precisamente ante esta humanidad que necesita tener un momento, un momento de
lucidez para darse cuenta, que sólo con el amor se puede salvar esta humanidad.
Cuando el hombre quiera destruir su mundo, lo vamos a hacer ver que realmente
está destruyéndose a sí mismo, porque está actuando en nombre de un ser de
muerte, que quiere quitarle a su propio Padre todo el poder que tiene.
POR ELLO PADRE, PROMETO
CUMPLIR. PROMETO DEVOLVERTE A TUS HIJOS.
PROMETO HACER TODO EL RUIDO POSIBLE, PORQUE VAMOS A SER TRIUNFADORES, COMO
DICEN MIS HIJOS: “TRIUNFADORES NO VENCIDOS”.
Yo que soy el amor y quiero que
me recuerden así, con el amor con el que llegué, con el amor con el que lleno
de luz a toda mente que me escucha. Padre, soy tu hijo y deseo darte a Ti que
lo mereces todo, la felicidad de recuperar a estos hijos que no quieres perder,
porque los amas intensamente; pero Yo les voy a hacer que sientan mi presencia,
PORQUE EN ESTA TIERRA HACE MUCHA FALTA EL AMOR”…
Recibido por Sara A. Otero Platas G. a través de Telepatía Extrasensorial.
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